El sol de la mañana resplandece en el campo. Las flores en su hermosura, rebozan con sus fragancias. Las fresias, las azucenas, los narcisos y las amapolas, se reflejan en las aguas que se deslizan lentamente entre las rocas de la cañada. Mientras las calandrias y los mirlos, se unieron y con frágiles sonidos de lira, cantan sus melodías.
Mariposa que vuelas libre y traviesa, vas rumbo al horizonte de la llanura. En tus alas perfumadas a rosas, llevas el arco iris del amor. Feliz viajas en la inmensidad del cielo azulado. En la distancia percibes el olor de las flores de los campos verdes, y entre nubes de algodón reposan tus sueños, que están entretejidos en la magia de la ilusión.
En la suavidad del cortejo, te elevabas en lo más alto de la campiña. Tus ojos son como lirios frescos, tu ropaje dan destellos de luminosos colores, que invitan al amor porque en tu corazón, llevas los deseos y las ansias de la mariposa en libertad, buscando el encuentro de las caricias y los besos, que en el vuelo te regala.
Pero en tu desplazamiento, una fuerte ráfaga de viento, paso dañando tus alas. Y herida pierdes altura, contemplas en tu caída, que el amor te fue arrebatado. Y entre sollozos te has unido al rocío de la mañana, en una letanía sin igual. Cada aleteo es un llanto de tu inmenso dolor, porque tus ilusiones de mariposa, se han desechado.
Estas herida de muerte. Tu llanto no tiene consuelo, porque no puedes volar. El cruel viento te ha golpeado, cuando el céfiro resoplo en tu ser, con furia mortal. Qué triste has quedado sin la luz que iluminaba tu esperanza, y entre susurro gimes: -Se fue... se fue... y no pude retener su amor-.
Mariposa que fuiste creada en libertad, ahora eres prisionera, en la red del cazador. Tus alas están destrozadas, sin poder aletear, en cuyas heridas sangran de amor, del amor que no fue, y sueñas con encontrarte con el sol, para pedirle un poco de bálsamo para tu dolor. Y que en su calor puedas entibiar tu alma, que hoy yace solitaria y sin consuelo.
Hoy tus vestiduras son de tristes colores, que deambulas por la vida llevando tus alas rotas de dolores y fracasos. En tu caminar, solo dejas huellas de silencio, doloroso silencio, porque tus alas, oh tus alas destrozadas están, y ya no haces más ruido para volar muy alto...
Solo si pudieras nuevamente tener alas para deslizarte, buscarías el amor. Ese amor que se perdió, en la inmensidad del cielo o en la profundidad del mar...
Mary Salinas
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Amiga, te escribi varios mail pero jamas contestaste, queria decirte que Fay quiere que vuelvas al castillo, acaba de fallecer MAEMA y quedamos muy tristes Alberto Plaza fue sacado y estamos de administradores Ivan y yo solitos, te necesitamos Fay entra muy poco porque tiene mucho trabajo y no le da el tiempo, ademas te extrañamos amiii, te dejo un abrazo y te espero alla si es que deseas volver, besitos Caro
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