Esta mañana he vuelto a la campiña esperando tu regreso.
Mi amor, a la la distancia, invoca tu nombre...
Ven amado mío, deja que la ternura de mis labios te cubran
de besos, ven a cobijarte en mis brazos, regaremos cada girasol
con el rocío de mis versos.
Soy como el girasol que nace de un pequeño botón
Y se expande con suavidad y profundo silencio.
Anhelando el lucero de la alborada, para que sus rayos acaricien
Y se expande con suavidad y profundo silencio.
Anhelando el lucero de la alborada, para que sus rayos acaricien
cada pétalo de mi frágil figura...
Te ofrendo mi vida, sembrada de ambarinos y perfumados girasoles
que nacieron en mi corazón,
para hacerte feliz.
Pediré a la luna que alumbre tu camino
y a la oscuridad de tu paseo te retorne,
la luz de mi amor te guiará
y mi silueta de mujer te cubrirá.
y a la oscuridad de tu paseo te retorne,
la luz de mi amor te guiará
y mi silueta de mujer te cubrirá.
Te esperaré apoyada en la curva del cielo,
no me cansare de invocar-te y el día que vuelvas a la campiña,
todas los girasoles se abrirán como el sol de la mañana
todas los girasoles se abrirán como el sol de la mañana
aplaudiendo tu retorno...
Mary Salinas
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