Príncipe de las arenas de Ad-Dahna,
que cabalgas por el desierto
la seda de tu thawb se ondula
Las palmeras se despiertan aplaudiendo
tu gallardía de hombre libre y,
Nasir, junto con los vientos del atardecer se
doblegan al verte pasar.
De las minas de Bulghah han traído
las primicias a tu palacio y,
al movimiento del laùd y el daf
las vírgenes tejieron con hilos de oro el agal
que hoy luces con orgullo en tu shemagh.
¿En tu libertad, puedes mirarme?...
Llevo en mis manos el tasbith
de ámbar, en su ristra de cuentas
están grabados con fuego tu nombre,
en cada una de ellas marque tus besos y las caricias,
que me regalaste.
Sedienta, te busco peregrinando
por tus arenas...
Con devoción me inclino ante tu territorio,
acariciando con mis dedos
el cordón de las oraciones.
Clamo en letanía al Eterno, para
que te acerques un poco a mi,
trayendo disponible tu ser
para entregarte mi Ofrenda
que tengo guardada para ti...
Solo me queda suplicar y,
volver a implorar...
Rogando al destino
que vuelvas a prodigarme
tu Amor...
Ahavá
Derechos Reservados
Para ti, Habibi, my musa, fuente inagotable de inspiración.
Mis queridos Poetas, gracias por pasar por mi post y dejarme
sus comentarios.
Mary Salinas
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