Las brumas del crepúsculo
se deslizan lentamente cubriendo
con su manto la plateada luna
y un nebuloso velo cubre mi ser que
me impide seguir caminando.
se deslizan lentamente cubriendo
con su manto la plateada luna
y un nebuloso velo cubre mi ser que
me impide seguir caminando.
En las vigilias de las noches
mi alma cautiva deambula por
los pasillos en donde las esquirlas
de tu recuerdo siguen encarnadas
a mi corazón y piel sin la
esperanza de sanarse y
en mi desvelo azaroso
anhel0 abrazar la almohada
de los tréboles.
Inmisericordes las gélidas ráfagas
sacuden las hojas de mi jardín,
caen las ramas de los olmos;
las rosas deshojadas se aferran a
la vida y los diáfanos lirios blancos
se doblan en sus tallos.
mi alma cautiva deambula por
los pasillos en donde las esquirlas
de tu recuerdo siguen encarnadas
a mi corazón y piel sin la
esperanza de sanarse y
en mi desvelo azaroso
anhel0 abrazar la almohada
de los tréboles.
Inmisericordes las gélidas ráfagas
sacuden las hojas de mi jardín,
caen las ramas de los olmos;
las rosas deshojadas se aferran a
la vida y los diáfanos lirios blancos
se doblan en sus tallos.
En el lacerante dolor me abrazo
con mis flores muertas que el
viento arrebato, porque el emisario
del tiempo anuncio la llegada
de la desolación.
con mis flores muertas que el
viento arrebato, porque el emisario
del tiempo anuncio la llegada
de la desolación.
Así también quedo mi alma
y cuerpo con tu partida,
dejando el estigma de tu amor.
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