Entre tu esencia y mi esencia hay algo más que estrofas y letras armónicas que nos une.
Son palabras de sedas que acunan los sueños, estrofas seductoras que emanan aguas cristalinas para saciar la sed de nuestras almas.
Vientos alisios que cabalgan en las nubes acortando la distancia trayendo tus ansias de tenerme en
sublimes deseos de grandes encuentros, ambrosía son nuestros besos que traspasan los cielos y como
veneno es mi lejanía y se transforma en embrujo tu presencia.
Entre tu voz y mi voz hay más que palabras que suenan
en un conjunto de melodías armoniosas.
Sin importar si es un día de verano o una noche de tormenta nuestras voces
son el eco eufónico que viaja dejando atrás
innumerables montañas en busca de los senderos de tu boca y la mía.
Entre tu cuerpo y el mío somos más que la atracción.
Somos las supremas sensaciones de caricias, besos, lágrimas, alegrías y
penas que se adentran en los poros de nuestra piel.
Nuestros cuerpos son la perfección del fuego la llama que arde por nuestras venas y
que cede al conjuro para prodigarnos la pasión infinita, en
la unión del Verso y el Verbo con la fuerza de la Plenitud.
Entre tu alma y mi alma hay un cielo de infinitas estrellas
que danzan al ritmo de nuestros corazones.
Somos cancerberos perenne de nuestros sueños, guardianes amalgamados
vigilando las madrugadas cuando las noches expiran y agonizando dan paso
a las luces como lámparas de diamantes.
Entre tú y yo existen dos corazones que nunca dejaran de latir
porque nos invade este mágico sentir.
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