Despierta sembré sueños en los surcos de las noches...noches donde se
inhalan el perfume de todos los pétalos dormidos, que dejaron huellas en incontables amaneceres, quedando suspiros en las caricias de los recuerdos. Noche tras noche las cintas de la esperanza fueron trenzando mis ilusiones.
Más lo que pudo ser y no fue...rompieron los mosaicos de colores que mutaron los sueños.
¿Dónde quedan los sueños que fueron arrancadas desde mi alma? Silencio inmutable que acarician el cristal cuando cae el llanto de mis ojos,
mientras en mi regazo van quedando las ilusiones como frágiles flores que se van deshojando por el viento de los recuerdos... los besos del ayer que se van esparciendo en olvidos, soledades y silencios.
Aún en el aíre sombrío de mis pesares...en la soledad de mis manos, aún allí se escriben mil versos, nacen palabras en los trémulos susurros del alma, perseguidos por el doliente crujir del silencio, en donde mil veces me vestí, enlutada por tu ausencia dejando mi sombra encerrada en una jaula de sílabas flotando, mientras las estrellas cautivas lloraban por la negra noche del olvido.
Atrás queda la noche que agoniza en los fríos aleros de un paisaje donde mueren los sueños. Atrás queda mi historia en pedazos de inocentes cenizas...
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